A todos nos gusta ver cocinas grandes, cuadradas y espaciosas en el que uno puede meter todos los muebles que se le antojen y una isla central y disfrutar de una gran encimera en la que elaborar maravillosas recetas… Pero la realidad muchas veces no es así y el espacio disponible para la cocina es pequeño en muchas viviendas, aprovechar zonas de paso puede ser una solución interesante en esa situación.
Ese es el caso de la cocina de las imágenes de este artículo, el espacio destinado a ella tenía unas dimensiones muy reducidas. Por eso, la arquitecta Loreto Varela y el equipo de Clysa, idearon una barra corredera que se abre al pasillo de la vivienda. Un espacio que a priori tenía pocas posibilidades, después de la reforma cuenta con una barra, todos los electrodomésticos necesarios y una zona de almacenaje amplia.
Es muy fácil amueblar una cocina grande y con una forma cómoda, pero lo interesante está en resolver problemas en espacios pequeños y con formas complicadas. Ante la falta de espacio se agudiza el ingenio y esa así como nacen las ideas brillantes. Un buen ejemplo es esta cocina, que a pesar de sus dimensiones, está totalmente equipada y cuenta con un amplio espacio para almacenaje.
El color blanco brillo de los muebles de Santos se combina con los tonos oscuros de las paredes, los suelos y la barra. La distribución ha permitido crear una zona de columnas para integrar el frigorífico y la caldera entre otras cosas. Adosada a la pared, se encuentra la zona de lavado, cocción y preparación y aún queda espacio libre suficiente como para que en la cocina puedan trabajar dos personas a la vez sin sensación de agobio.
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