Viste tus ventanas

Cortinas, estores, visillos o cualquier otra solución decorativa que se nos ocurra es imprescindible para que las ventanas y nuestra intimidad no queden al descubierto. Además, son un medio infalible para que el aislamiento del calor y el frío de nuestro hogar sea completo, evitando la frialdad del invierno o el calor del verano que se transmite desde los cristales sobre todo si su superficie es de gran tamaño.

Tanto en cortinas como en estores, uno de los elementos más determinantes es el material con el que se confeccionan. Ten en cuenta la luminosidad de la habitación a la hora de elegirlos y también si reciben o no directamente el sol, pues necesitarás una protección para el tejido o un material más resistente.

También deberás tener en cuenta la altura del techo. En un techo bajo, colgar la cortina lo más cerca posible del techo hará que la sensación de altura sea mayor y a la inversa. Si tienes techos altos, pon la barra de la cortina lo más cerca posible del marco de la ventana y acortarás visualmente la distancia hasta el techo.

La anchura o estrechez de una ventana también pueden ser corregidas visualmente al cubrirlas. Una ventana estrecha parecerá más ancha y grande si hay dos cortinas con bastante tela a los lados y haciendo que la barra sobresalga unos 20 cm por cada uno de ellos. Las ventanas anchas nos suelen gustar pero si te parece que desequilibra la decoración, también hay un remedio para hacerla visualmente menos pesada:  ajusta la barra al tamaño de la ventana (como mucho unos 4 o 5 cm. más) y ponle poco vuelo a la tela, parecerá más pequeña.

Con estos trucos, podrás jugar con el espacio, y si lo unimos al sinfín de estampados, cuadros  rayas, tejidos o colores de las cortinas actuales la elegancia, el diseño y el estilo están garantizados.

Fuente:  PotteryBarn, DigsDigs, CasaDiez, ElleDeco

EstiloyDeco

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