No todo el mundo tiene la suerte de contar con una bañera exenta. Aun así, si es nuestro caso estamos de suerte, son unos elementos realmente hermosos. Hoy queremos hablaros de este tipo de bañeras, pero con una particularidad, bañeras exentas que han sido restauradas y que lucen un exterior de colores.
Lo difícil es, como hemos comentado, encontrarlas. No es que no se fabriquen, pues lo cierto es que si lo hacen, pero suelen ser elementos caros. Aun así, quizá, en algún mercado de segunda mano o en alguna tienda de antigüedades podamos hacernos con algunas de estas maravillosas piezas.
La idea no es dejarla tal cual, blanca, en el mejor de los casos con acabados en metal en sus patas. La idea es pintarla. Esto nos dará un toque muy especial al baño, pudiendo combinar este color con el resto de elementos, como las paredes o incluso el textil, siempre tan recurrente a la hora de aportar color.
Por norma general, estos elementos son bastante vintage. Sus acabados, con esos pies tipo garras de león, quedan la mar de románticos en un cuarto de baño. Ahora bien, en esta ocasión, se trata de renovar lo viejo. De intentar plasmar nuestro sello particular en estos elementos.
Para pintarla deberemos escoger una pintura especial. Tan sólo necesitaremos ir a nuestra tienda de pinturas más cercanas y explicar brevemente cuáles son nuestras intenciones. Allí sabrán aconsejarnos mejor sobre cuál es la que necesitamos.
En cuanto al color, todo depende de nuestros gustos. Eso sí, os aconsejamos dejar el interior de la misma con el color blanco de serie, pues de esta forma lograremos que la pieza resalte muchísimo más en el conjunto.
Podemos optar por colores vivos, como el turquesa o incluso el rojo, o intentar probar con un tono negro que le de personalidad y elegancia.
Fotos vía: decofeelings